jueves, 30 de mayo de 2013

--

A ratos te odio
porque jugaste con este alma rota
a sabiendas de los desastres que estabas desatando.
Inconsciente
me dejaste a mí
y a mis ilusiones.

Te dejaste la puerta abierta
y ahora cualquiera que se atreva a entrar sin pedir permiso,
puede hacerlo.
Bueno,
tampoco cualquiera.
Cualquier imbécil un poco valiente
(y un poco masoquista)

Ojalá no vuelvas a colarte.
Que este caos ya no vive por ti
ni bebe de ti.
Que no existen ni un "tú" ni un "yo"
porque ni siquiera estás.
Porque no te atreves a volver.
Y yo
no voy a pedirte que regreses.


A ratos recuerdo que te quise
que me jodiste
que ya no te quiero.

viernes, 24 de mayo de 2013

O algo así.

"Te observaré
dispuesto a anestesiarte
por dentro.
Donde nadie sabe verte,
donde nadie se ha atrevido a entrar,
donde dicen que hay peligro de derrumbe,
donde a veces siempre duele,
donde cuesta respirar."


Tal vez vaya a buscarte.

martes, 21 de mayo de 2013

-

Martes. Con un "buenos días".
(aunque no hubo un "buenas noches")
Y el sol brillando como siempre.
Quemando como siempre.
Alumbrándoos como siempre.

Será que la mala suerte lleva mi nombre
o viceversa.
Que nada me llena
o todo me vacía.
Será que por poder haber sido, no fue.
O algo así.

No quiero seguir tirando de un pasado
que ha quedado tan cerca.
Porque empieza a molestar este miedo irracional.
Estas ganas de sentir algo,
que no sea la desesperación por llenar
los recovecos de estas ruinas.

Ya no quedan esas ganas que tanto te llenaban.
Y lo siento, supongo.
Pero tampoco te lo creas mucho.

domingo, 5 de mayo de 2013

Sinsentido.

Hace muchas noches que no tengo intención de contarte cómo soy.
Hace muchos días que no sé cómo soy.
Se podría decir que estoy "en construcción".
En destrucción.
¿Que a quién escribo? Bien podría ser a ti.
Aunque esta vez puede que te equivoques.
(Tú también).

Menos mal que no me conoces.
Menos mal que me conozco.
Menos mal que ya me toca huir a mí.

Que dónde está la prisa cuando más la necesitas.
Menos pensar, más actuar.

Ojalá volviesen esos días en los que actuar cruel era por elección y no por inercia.